http://dx.doi.org/10.35381/s.v.v3i6.350
El comportamiento disruptivo: Un desafío en aulas de Enfermería
Disruptive behavior: A challenge in nursing classrooms
Jesús Yubagni Rezabala Villao
1
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí
Ecuador
https://orcid.org/0000-0002-9436-4002
Gema Dayana Loor Cedeño
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí
Ecuador
https://orcid.org/0000-0001-8781-3490
María de los Ángeles Moreno Cobos
lcda.ma.delosangeles@hotmail.com
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí
Ecuador
https://orcid.org/0000-0002-6976-7870
Alba Amarilis Sornoza Pin
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí
Ecuador
https://orcid.org/0000-0003-1422-3486
Recibido: 15 de abril de 2019
Aprobado: 08 de junio de 2019
La presente investigación se desarrolló con el objetivo de analizar el comportamiento disruptivo un desafío en aulas de enfermería en la universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí en el período 2017-2018. Metodológicamente se trabajó con un tipo de investigación descriptiva, con una muestra poblacional de 242 estudiantes y 12 profesores para un total de 254 sujetos a quienes se les aplicó un instrumento de 20 ítems. Entre las principales conclusiones se tiene que los docentes de la carrera de enfermería de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, apliquen las políticas establecidas por la universidad, para disminuir el comportamiento inadecuado en los estudiantes, en complemento de fortalecer la comunicación con los estudiantes de la carrera de enfermería, teniendo en cuenta el: saber aprender, saber ser, saber hacer, para que los estudiantes mejoren su comportamiento y generen aprendizaje.
Descriptores: Inadaptación; Dificultad del aprendizaje; Actitud del estudiante; Ambiente de la clase.
ABSTRACT
The present
investigation was developed with the objective of analyzing the disruptive
behavior a challenge in nursing classrooms at the Laica Eloy Alfaro University
of Manabí in the 2017-2018 period. Methodologically, we worked with a type of
descriptive research, with a population sample of 242 students and 12 teachers
for a total of 254 subjects to whom an instrument of 20 items was applied.
Among the main conclusions is that the professors of the nursing career of the
Lay University Eloy Alfaro de Manabí, apply the policies established by the
university, to reduce inappropriate behavior in students, in addition to
strengthening communication with students of the nursing career, taking into
account: knowing how to learn, knowing how to be, knowing how to do, so that
students improve their behavior and generate learning.
Descriptors: Maladjustment, Learning disabilities, Student attitudes, Classroom environment.
INTRODUCCIÓN
La educación superior en el mundo es un espacio de “profundas transformaciones, con repercusiones en los planos económico, social, político y cultural” (Tuirán, 2011). De ahí que diversos países están reformando sus sistemas educativos porque vislumbran que lo que acontezca en este momento en las aulas marcará la trayectoria de su futuro. Así mismo, la UNESCO (1998) sostiene que la educación superior es quién “tiene que hacer frente a la transformación y renovación” con la intención de encontrar soluciones a los grandes desafíos de la sociedad coetánea, que en la actualidad vive más conectada que nunca, pero persisten la intolerancia, los conflictos y la crisis de valores, que deben ser desarraigados, para asumir dimensiones de conciencia y de justicia.
En las condiciones actuales y ante los retos del desarrollo científico tecnológico, el Ecuador a través de su marco normativo establece el derecho a la persona a “recibir una educación superior laica, intercultural, democrática, incluyente y diversa, que impulse la equidad de género, la justicia y la paz” (LOES, 2010). En correspondencia con esta realidad, el Modelo Educativo de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM), a partir de la visión socio humanista, potencia una educación pertinente y de calidad formando recursos humanos competentes para robustecer la ciudadanía e impulsar una inserción favorable en la sociedad para contribuir al desarrollo del país.
En la carrera de enfermería las normas que orientan el comportamiento de los actores del proceso enseñanza-aprendizaje, proceden de la Constitución (2008), Ley Orgánica de educación superior (2010), Ley de Salud (2013), Reglamento de Régimen Académico (2016) y de las regulaciones estatutarias de la ULEAM (2014). La literatura revisada, contempla importantes enfoques de los especialistas sobre las conductas disruptivas, entre ellos: Jurado de los Santos & Justiniano (2017), Ciro, Escobar & García (2017), Martínez (2016), Herrera (2016), Sulbarán (2014), Gordillo, Rivera-Calcina & Gamero (2014), Rabadán & Giménez (2012), Gómez (2011), Banús (2010), entre otros.
Estos autores en sus definiciones identifican a las conductas disruptivas como: inadaptación, comportamientos inapropiados, desordenes conductuales, que niegan la cooperación llamando la atención y perjudican el buen funcionamiento del aula, referidos a tareas, al cumplimiento de normas de clase, conformándose un fenómeno cada vez más frecuente y preocupante. Siendo pertinente trabajar en las universidades en pro de generar acciones propicias para transcender los escenarios disruptivos, ante lo cual, Maya, Aldana Zavala & Isea Argüelles (2019), destacan que la posibilidad de “fomentar una organización educativa basada en la calidad, eficiencia, sinergia, con miras a trabajar sistemáticamente desde el trabajo en equipo no solo al cumplimiento de metas y objetivos, sino, en procura del crecimiento integral de las partes” (p. 122).
Sin embargo, Pacheco (2018), ULVR (2018), Moreno (2014), Freire (2012), entre otros, expresan que es muy común observar en la educación ecuatoriana casos de disrupción e indisciplina por parte de los estudiantes, lo que causa mucha preocupación a profesores, directivos y padres de familia. Publicaciones que están orientadas con gran énfasis a niños, adolescentes y particularmente al campo pedagógico. A partir de los elementos analizados anteriormente, se realizó un diagnóstico a través de la aplicación de encuestas, observación participante y revisión de documentos, para constatar cómo se comporta esta situación en la carrera de enfermería de la ULEAM. Las insuficiencias determinadas son las siguientes:
El diagnóstico permitió además determinar la situación siguiente:
Teniendo en cuenta las insuficiencias declaradas en la argumentación de las carencias teóricas y prácticas, se evidencia una contradicción que en su manifestación externa se expresa entre: las exigencias que se plantean al comportamiento positivo del estudiante de enfermería en el contexto educativo y el comportamiento disruptivo en el aula de clase. A partir de lo analizado se determinó el siguiente problema científico ¿Cómo se desarrolla el comportamiento disruptivo un desafío en aulas de enfermería en la universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí en el período 2017-2018? Lo cual permitió estructurar el siguiente objetivo de investigación: Analizar el comportamiento disruptivo un desafío en aulas de enfermería en la universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí en el período 2017-2018.
DESARROLLO
Referencial teórico
Definir el comportamiento disruptivo, representa descomponer sus términos que la conforman para facilitar su comprensión. En este sentido, la conducta humana es todo lo que el ser humano hace, piensa y siente. A través de ella la persona se relaciona con los demás e influye en ellos, de la misma manera que los demás influyen el crecimiento personal de la persona. Desde el ámbito de la Psicología, la conducta es definida como el comportamiento de la persona, analizada desde dos aristas: conducta manifiesta y no manifiesta.
La conducta manifiesta o visible, es aquella que puede ser observada y recordada por otras personas como, por ejemplo: hablar en voz alta, gritar a alguien, a diferencia de la conducta no manifiesta, considerada como el proceso mental interno que los demás no pueden observar, ejemplo de ello: el pensamiento, tampoco es observable el razonamiento, ni la imaginación.
Los gestos, las miradas, el movimiento del cuerpo son elementos que proporcionan información de la otra persona e influyen en el relacionamiento. La expresión del rostro comunica el estado emocional que la persona experimenta. También la mirada es una fuente importante de información. Una persona que mira fijo a los ojos de otra, causa la impresión de seguridad, confianza, personalidad fuerte. El relacionamiento humano lleva a la atracción.
La atracción va desde una leve simpatía, hasta el afecto. Los factores posibles de la atracción son: proximidad física. La proximidad aumenta la posibilidad de interacción con otros. Ejemplo: los compañeros de estudio o de carrera, y si hay similitud de actitudes e intereses, sobre temas importantes como: estudio, trabajo, religión, entre otros; es mucho más posible simpatizar con quienes tienen intereses comunes, porque hay complementariedad de necesidades y reciprocidad de sentimientos.
La conducta humana en algunas circunstancias evidencia aspectos negativos, o sea ausencia de conducta, por diferentes factores que, en el caso de los estudiantes, la exteriorizan como inadaptación o comportamiento disruptivo en el contexto educativo, expresándose cada vez más frecuente y preocupante para algunos de los actores que intervienen en los procesos de enseñanza-aprendizaje, siendo esta realidad necesaria de ser transformada por parte de la universidad como espacio para el crecimiento integral, ante lo cual, López Echegarai, (2019), comenta que es necesario que la “universidad promueva valores socio-ambientales que favorezcan el desarrollo de actitudes responsables hacia el ambiente dentro y fuera de la institución, valores que deben impregnar la propia estructura universitaria y su dinámica” (p. 35).
El término disruptivo/a es un adjetivo que proviene del inglés “disruptive”. El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (2014) lo define como aquello que produce una rotura o interrupción brusca. Aplicado al ámbito de la educación superior, las conductas disruptivas son un conglomerado de conductas inapropiadas por parte de los estudiantes que obstaculizan la marcha normal del proceso enseñanza-aprendizaje: falta de cooperación y adherencia a las normas, mala educación, provocación, agresividad, boicot permanente a los intentos de mejora.
Las conductas disruptivas en estudiantes de enfermería, es un fenómeno que afecta las actividades en el aula de clase. La conducta inadecuada desafía la autoridad del docente, obligándole a emplear más tiempo en el control y el orden, además de crear una barrera para la comunicación abierta y el feedback, que son esenciales para el aprendizaje, teniendo en consideración lo planteado por
Solórzano-Mendoza, Zambrano-Quinde & García- Párraga (2016), en cuanto a lo considerable como conducta inadecuada, ante lo cual describen: “El que una conducta se catalogue como antisocial, puede depender de juicios acerca de la severidad de los actos y de su alejamiento de las pautas normativas” (p. 41).
En este sentido, durante el transcurso de la etapa de estudios algunos estudiantes pueden presentar conductas disruptivas en el aula de clase, causando reacciones que pueden resultar negativas para el grupo de estudio, entre las que se citan: baja autoestima, realización de tareas de otras asignaturas, falta de atención, hacen uso del equipo móvil, que les estimula a actuar de manera impulsiva, sin razonar, a no mostrar empatía, tal como se ha demostrado en otros estudios realizados.
En la actualidad, enseñar se hace cada vez más complejo y aprender se ha convertido en una experiencia mucho más desafiante para los alumnos, uno de los principales problemas dentro del aula de clase son las conductas disruptivas, pertenecientes al comportamiento inapropiado que perjudica el buen funcionamiento en el aula, al cumplimiento de tareas, relaciones con los compañeros, al cumplimiento de políticas o normas de disciplinas instituidas en la universidad.
Son varios los factores que originan este comportamiento, según Sulbarán & León (2013) la disrupción en los salones de clase es uno de los fenómenos que preocupa a docentes y directivos y que más interfiere en el aprendizaje de un gran número de estudiantes. Por otro lado, Cabanach y Valle (1998), hablan acerca de un “patrón de atribución des adaptativo”, este patrón refleja en su investigación que los estudiantes con dificultades de aprendizaje se atribuyen a sí mismos sus malas calificaciones por no saber llevar las relaciones sociales o tener cierta dificultad a la hora de relacionarse con los demás compañeros o alumnos del nivel. Al igual que los demás análisis, esto hace que el estudiante no sea capaz de afrontar sus estudios de forma que le beneficie el resultado.
La literatura revisada también expresa que las disrupciones tienen como protagonistas a estudiantes molestos que, con sus comentarios, risas, juegos, movimientos ajenos al proceso de enseñanza-aprendizaje dificultan la labor de educación. Banús (2010) dice que las conductas disruptivas están asociadas a factores relacionados con el entorno del estudiante, componentes socio-demográficos, elementos socio-pedagógicos referidos a estilos de enseñanza, características personales tanto del estudiante, como del profesor y factores familiares y sociales.
Todos los estudiantes presentan conductas capaces de perturbar el normal desarrollo de una clase, de esta manera, para poder llevar a cabo una solución a las conductas graves y rutinarias por algún alumno es necesario que el docente conozca el problema y los motivos que llevan al alumno a comportarse de esa manera, para ello el profesor tiene que tener el respaldo de sus demás compañeros de profesión para lograr determinar el problema que le genera este comportamiento al estudiante.
El comportamiento del estudiante en el aula, es producto del ambiente socio-psicológico del hogar, la comunidad, la escuela y su propia personalidad. El profesor símbolo de autoridad para el alumno, debe analizar los factores que pueden estar influyendo para generar rasgo de conductas no esperadas. Sin embargo, en la actualidad es común escuchar al profesor quejarse por disminución de autoridad frente a estudiantes que no cooperan y presentan alteraciones comportamentales.
Los agentes sociales más representativos en la educación de la persona son la familia, la escuela y la sociedad; según Blanco (2001) la socialización es un proceso mediante el cual el individuo adopta los elementos socio culturales del medio que le rodea y aprende a diferenciar lo aceptable de lo inaceptable de su comportamiento para integrarlos a su personalidad para vivir en sociedad.
Este mismo autor explica que las propuestas pedagógicas son las que promueven en los alumnos a aprender a convivir, en efecto necesariamente pasan por la mediación familiar y escolar en el aprendizaje de normas, en el conocimiento personal que favorece el desarrollo de un adecuado nivel de autoestima que posibilite una correcta toma de decisiones en la adquisición de responsabilidades con valores, así como el aprendizaje de habilidades de diálogo y comunicación.
La escuela como espacio formativo y socializador, se orienta a través de normas, un elemento imprescindible es la convivencia para educar en un clima de cordialidad. Además, los estudiantes deben enfrentarse con un conjunto de estrategias encaminadas a conformar un modelo dirigido a la socialización y el aprendizaje.
Los adolescentes con este arquetipo de conducta en el aula de clase, requieren atención que amerita descubrir las posibles causas que ocasionan este tipo de conducta que impiden mantener relaciones sociales saludables con sus iguales y con los adultos. Debemos tener presente que detrás de una conducta inapropiada suele haber factores psicológicos que la desencadenan: sentimientos de abandono, frustración, baja autoestima, falta de establecimiento de normas en el núcleo familiar.
El proceso enseñanza-aprendizaje en enfermería, se estudia tomando como uno de los referentes a la familia como la primera escuela de “enseñanza y formación en la sociedad”, (Durkheim, 1997) de ahí la necesidad de tener en cuenta los referentes de aprendizaje del individuo en su medio de origen, porque en determinados casos, los actos que los estudiantes realizan en clase son reflejo de las costumbres que tienen en casa. Resulta muy difícil cambiar por completo un hábito que la propia familia ha aceptado desde que la persona era muy pequeña, si un niño no tiene límites en casa, será muy difícil que ocurra lo contrario en la institución de educación superior.
Por otro lado, cada nivel educativo tiene su propia especificidad, la cual está determinada por las necesidades sociales y educativas a las que la institución de educación pretende responder y que se abrevian en los objetivos educativos para cada etapa de formación. La educación básica obligatoria persigue sus fines y lo mismo podemos decir para el caso de la educación universitaria y en particular para enfermería.
Para poder lograr los objetivos educativos, establecidos en los programas de estudio, los profesores planifican, organizan, gestionan e implementan en el aula el proceso de enseñanza-aprendizaje, esto lo hacen según su formación, experiencia y recursos con que cuentan en el contexto donde laboran. La orquestación del proceso de enseñanza no es una tarea sencilla, demanda del docente conocimiento teórico y conocimiento práctico, habilidades cognitivas, sociales, destrezas, actitudes y valores deseables, así como una buena dosis de intuición o sentido común, entre otras.
Uno de los componentes esenciales que permite que la enseñanza superior pueda lograr su cometido es la didáctica universitaria, que posibilite el aprendizaje de los estudiantes, que en su mayoría son adultos, con conocimientos, experiencia previas y expectativas diversas respecto a su proyecto profesional. En la actualidad es bastante común hablar de didáctica de las ciencias sociales, del inglés o de la enfermería.
Según Moreno (2011) la didáctica universitaria, como el ámbito de conocimiento y comunicación, se ocupa de enseñar y su objetivo es el aprendizaje. Depende directamente de dos campos de conocimiento de los que toma sus elementos constitutivos: las Ciencias de la Educación y un área del saber; se trata de aplicar los conocimientos que las ciencias de la Educación proporcionan, a un determinado campo del conocimiento para producir un nuevo conocimiento científico.
Con el transcurso del tiempo y con el avance de la investigación educativa han surgido nuevos conocimientos, como: las teorías psicológicas del aprendizaje, de las inteligencias múltiples de Howard Gardner (1993; 1998), de la inteligencia emocional de Daniel Goleman (1996), de la forma de concebir la inteligencia humana, entre otras teorías, que han influenciado el campo de la educación y la transformación de la didáctica.
Se concibe a la didáctica como una disciplina sustantiva del campo de la educación, cuya tarea consiste en proponer elementos que permitan debatir los supuestos subyacentes en los procesos de formación que se promueven en el sistema educativo. Su objeto de estudio es el proceso enseñanza-aprendizaje y lo que se quiere lograr en él (Addine & otros, 1996). La enseñanza como una práctica social e histórica, referenciada por factores políticos, económicos, sociales y culturales. El aprendizaje debe ser asumido por el estudiante universitario como un proceso activo. Implica reconocer que existen diferentes estilos de aprendizaje para cada estudiante, lo cual debe ser tenido en cuenta por el profesor.
El estilo de aprendizaje “no es algo inmutable, se forma y modifica por la influencia socio-cultural” (colectivo de autores cubanos, 2006). Existen autores que lo relacionan con las estrategias para aprender y que, según la literatura revisada, son similares a estrategias de enseñanza, estrategias cognitivas, que “sirven como premisas teóricas para poder conceptualizarlas como estrategias didácticas” (Ortiz & Mariño, 2012). Para estos investigadores, las estrategias didácticas son el conjunto o sucesión de diligencias y acciones de enseñanza y aprendizaje dirigidas intencionalmente por el profesor, con la participación activa y consciente de los estudiantes, para cumplir con los objetivos formativos de la disciplina y asignaturas.
Este carácter secuencial de las estrategias didácticas, refleja la interdependencia y armonía que debe existir entre todos los elementos que la integran para que sean exitosas y su denominación en plural expresa que nunca se aplica una, sino un número significativo de ellas. El rasgo activo y consciente incluye al contenido y al contexto donde se desarrollan las estrategias, por lo que
Estrategias didácticas en el estudiante.
El concepto de estrategias didácticas muestra en su contenido el proceso en su totalidad, al incluir las estrategias del profesor (enseñanza) y las estrategias de los estudiantes (de aprendizaje), por lo que su importancia no solo es teórica sino metodológica. De él se pueden derivar varios requisitos y exigencias de valor práctico en la clase. Estas acciones de enseñanza y de aprendizaje deben tener primero un contenido interno psicológico con la consecuente manifestación externa. Dentro de ellas están todos los recursos, métodos, procedimientos y categorías que la didáctica y la psicología han aportado a dicho proceso tales como: objetivos, contenidos, métodos, medios, materiales, evaluación, acciones, reglas, recursos, entre otros.
Los autores Ortiz y Mariño (2012) explican que los elementos que deben integrar toda estrategia didáctica son: las consideraciones teóricas de partida que las legitimen y justifiquen, una finalidad bien definida, circunscrita en objetivos generales, específicos, una secuencia adaptativa u ordenación lógica y psicológica de todos los elementos participantes, la adaptación a la realidad contextual, los agentes y personas implicadas, así como sus funciones y la eficacia como criterio de validez.
Desde esta perspectiva, los autores para aproximarse a una definición de estrategias didácticas, retoman a Ortiz y Mariño y asumen que son “la planificación del proceso de enseñanza-aprendizaje para el cual el docente elige las técnicas y actividades que puede utilizar a fin de alcanzar los objetivos propuestos y las decisiones que debe tomar de manera consciente y reflexiva”.
En la formación inicial del enfermero, las estrategias didácticas cumplen importantes funciones y pueden ir desde un gran marco general como las planteadas en las políticas educativas, que a su vez dependen del país y conducen al establecimiento detallado de una planificación educativa hasta las estrategias micro que sigue un profesor en su ambiente de aprendizaje, tales como:
- Crear las condiciones para propiciar un ambiente de confianza y tranquilidad, mostrar calma, trabajar con normas muy claras, seguridad y paciencia.
- Autocontrol por parte del profesor, para conseguir mejores resultados ante una conducta negativa, será mucho mejor que el profesor hable con el estudiante cuando esté solo y cuando evidencie cambios positivos reconocerlo en público.
- Es fundamental que el profesor no iguale su comportamiento con el del estudiante en comportamiento negativo.
- Establecer las normas de clase de la carrera en forma conjunta y la declaración de compromiso por parte del profesor y estudiantes, esta actividad es muy importante al inicio de clases en cada nivel. Estas medidas, deben ser consensuadas y elaboradas en forma física en un mural o carteles, para que estén siempre visibles en el aula permanentemente, durante el desarrollo del período académico.
- Al realizar la declaración de compromiso con el equipo de estudio (profesor-estudiantes) al inicio de clases, el profesor empezará a conocer a sus estudiantes, los posibles problemas a enfrentar con las normas y cómo convencerlos de la importancia de las normas.
- Llegar a acuerdos respecto a las consecuencias derivadas del incumplimiento de una norma, amparados en el estatuto universitario. De esta forma se recalcará que la consecuencia impuesta deberá ser aceptada por todos.
- Si un alumno está interrumpiendo la clase y empieza a tener la atención por parte de sus compañeros y el profesor, en ese momento se suele utilizar el “time out”, que significa que el alumno sale fuera del aula. Si es posible recibirá una tutoría por otro profesor para que reflexione sobre su conducta y vuelva a entrar después, más calmado y dispuesto a colaborar.
- Se debe considerar las normas de conductas establecidas por la Institución de educación superior.
- Trabajar actividades que impliquen reflexión colectiva a nivel de equipo, en este espacio, los estudiantes aprenderán estrategias que poco a poco empezarán a facilitar la reflexión sobre sus problemas en forma autónoma. Para ello, puede utilizarse la técnica del semáforo “Para, piensa y actúa”. Cuando tenemos que cruzar una calle metafórica, primero nos encontramos el semáforo en rojo (paramos), después empieza a ponerse en amarillo (pensamos, pero todavía no estamos preparados para cruzar la línea), y finalmente, con esa previa reflexión, nuestro semáforo se pone en verde (actuamos). Colocaremos un semáforo en clase para recordarlo y hacer que esta técnica resulte más visual.
- Registro conductual privado, como una de las estrategias imprescindible para trabajar con estudiantes disruptivos. Es necesario que el profesor lleve a cabo un registro de las conductas diarias. Esto nos permite no sólo ir apuntando los problemas generados por el estudiante en clase, sino sobre todo analizarlos, después ver qué tipo de conductas suele mostrar, en qué momentos, con qué frecuencia se repite y si hay algún factor.
- El registro conductual visual, se mostrará en el aula donde se evaluará el comportamiento que van teniendo los alumnos a diario con puntos verdes, amarillos y rojos. Cada día al finalizar la mañana analizaremos este segundo registro con los estudiantes y buscaremos soluciones para evitar repetir los puntos amarillos o rojos y de esta forma poder alcanzar puntos verdes y sentirse orgullosos de sus logros.
Las estrategias, se sitian en otro nivel diferente al de las técnicas, porque hacen referencia a procesos o actividades mentales que facilitan los aprendizajes. A través de las estrategias se puede procesar, organizar, retener y recuperar el material informativo, a la vez que se regula y evalúa lo asimilado, tanto para procesos de enseñanza como de aprendizaje.
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
La investigación fue de tipo descriptiva con la finalidad de analizar el comportamiento disruptivo un desafío en aulas de enfermería en la universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí en el período 2017-2018, lo cual permitió recopilar datos y analizarlos mediante la estadística descriptiva, para Arias (2009), este tipo de investigación “afirma que los estudios descriptivos miden de forma independiente las variables, y aun cuando no se formulen hipótesis, las primeras aparecerán enunciadas en los objetivos de investigación” (p. 64). En cuanto a la muestra poblacional se trabajó con 242 estudiantes y 12 profesores para un total de 254 sujetos a quienes se les aplicó un instrumento de 20 ítems. Se aplicaron los principios éticos que rigen la investigación y el sistema de gestión de la ciencia en la ULEAM, dentro de estos también se consideró:
1. La autorización del consentimiento
2. Respeto a la biodiversidad
3. Responsabilidad, rigor científico, veracidad y honestidad
4. Divulgación responsable de los resultados de la investigación
5. Respeto a normativas: nacional e internacional.
Esto permitió realizar una investigación apegada a las normas bioéticas en consideración de mantener el respeto a las personas que participaron voluntariamente en la recopilación de información, con quienes no se realizaron experimentaciones que atentaran contra su integridad.
RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
Los resultados obtenidos permiten comparar los ítems aplicados a 254 sujetos sociales (estudiantes y profesores) que conforman la muestra de estudio de la que se obtuvo lo siguiente:
Valoración de las políticas o normas de la carrera de enfermería de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí:
De 242 estudiantes el 48% (N=116) manifestó que si conocen la misión de la carrera en la que se encuentran estudiando; mientras que el 49% (N=118) expreso que la conocen parcialmente y el 3%/N=8) que definitivamente no la conocen.
De los 12 docentes el 92% (N=11) conocen la misión de la carrera mientras que el 8% (N=1) la conocen parcialmente.
De 242 estudiantes el 63% (N=153) manifestó que conocen parcialmente las políticas de la Universidad en la que se encuentran estudiando; mientras que el 33% (N=80) expreso que la conocen y el 4% (N=9) que definitivamente no la conocen; mientras que los 12 profesores que representan el 100% (N=12) si conocen las políticas de la Universidad.
De 242 estudiantes el 57% (N=138) manifestó que conocen parcialmente el perfil de egreso de la carrera en la que se encuentran estudiando; mientras que el 25% (N=61) expreso que lo conocen y el 18% (N=43) que definitivamente no lo conocen.
Los 12 profesores que significan el 67% (N=8) si conocen el perfil de egreso de la carrera mientras que el 33% (N=4) lo conocen parcialmente.
Valoración del comportamiento y actitudes del estudiante en el aula de clase:
Los 242 estudiantes que personifican el 76% (N=185) manifestaron que se distraen ocasionalmente en el aula de clases; a diferencia del 14% (N=34) que expresaron distraerse frecuentemente y un 10% (N=23) que no se distraen en el aula de clase.
De los 12 docentes el 50% (N=6) manifestaron que los estudiantes se distraen ocasionalmente en el aula de clases; mientras que el 42% (N=5) se distraen con facilidad dentro del aula de clases y un 8% (N=1) indican que el estudiante no se distrae con facilidad en el aula de clase.
De 242 estudiantes el 73% (N=176) indicaron que hablan parcialmente en el aula de clases; mientras que 14% (N=35) manifestaron que hablan ocasionalmente y un 13% (N=31) no hablan en el aula de clases.
De los 12 docentes el 58% (N=7) indicaron que los estudiantes hablan ocasionalmente en el aula de clases; mientras que un 42% (N=5) manifestaron que los estudiantes hablan parcialmente en el aula de clase.
De los 242 estudiantes el 63% (N=152) usan el dispositivo móvil ocasionalmente en el aula; mientras que el 22% (N=53) manifestaron que no usan el teléfono en el aula y un 15% (N=37) indicaron que usan con frecuencia el dispositivo móvil dentro del aula de clases.
De los 12 docentes el 58% (N=7) indicaron que los estudiantes usan el dispositivo móvil ocasionalmente en el aula de clases; mientras que el 25% (N=3) manifiestan que lo usan con frecuencia y un 17% (N=3) que no lo usan en el aula de clase.
De los 242 estudiantes el 70% (N=169) manifestaron que no realizan tareas de otras asignaturas durante la clase; mientras que un 27% (N=66) indican que realizan tareas ocasionalmente y un 3% (N=7) si las realizan con frecuencia.
De los 12 docentes el 50% (N=6) indicaron que los estudiantes realizan frecuentemente las tareas de otras asignaturas durante las horas de clase; mientras que el 42% (N=5) manifestaron que no las realizan y un 8% (N=1) que si las realizan con frecuencia.
De los 242 estudiantes 78% (N=188) indicaron que respetan frecuentemente la opinión de sus compañeros; mientras que el 21% (N=50) lo hacen ocasionalmente y un 2% (N=4) no respetan la opinión de sus compañeros.
De los 12 docentes el 100% (N=12) indicaron que los estudiantes si respetan la opinión de sus compañeros.
De los 242 estudiantes 82% (N=198) indicaron que guardan silencio cuando su docente imparte la clase; mientras que un 18% (N=44) manifestaron que ocasionalmente guardan silencio.
De los 12 docentes el 58% (N=7) indicaron que los estudiantes guardan silencio en el aula de clase cuando el docente la dicta; mientras que un 48% (N=4) manifestaron que ocasionalmente los estudiantes hablan dentro del aula al escuchar la clase.
De los 242 estudiantes el 51% (N=123) indicaron que en el aula de clases hay estudiantes que no muestran comportamiento intimidatorio con sus compañeros; mientras que un 40% (N=96) manifiestan que estos comportamientos se muestran ocasionalmente y un 10% (N=23) indicaron que muestra con frecuencia estos comportamientos.
De los 12 docentes el 67% (N=8) manifestaron que los estudiantes no muestran estos comportamientos; mientras que un 25% (N=3)
De los 242 estudiantes el 87% (N=210) indicaron que en el aula de clases hay estudiantes que no muestran comportamiento irrespetuoso e agresivo con sus compañeros; mientras que un 10% (N=23) manifiestan que estos comportamientos se muestran ocasionalmente y un 4% (N=9) indicaron que muestra con frecuencia estos comportamientos.
De los 12 docentes el 58% (N=7) manifestaron que los estudiantes no muestran estos comportamientos; mientras que un 33% (N=4) y un 8% (N=1) indicaron que se ve manifiestan con frecuencia.
Valoración del aprendizaje de los estudiantes de la carrera de enfermería de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí:
De los 242 estudiantes el 65% (N=158) ocasionalmente tiene una buena comunicación con sus compañeros y profesores; mientras que un 35% (N=84) manifestaron que tienen una buena comunicación con frecuencia.
De los 12 docentes el 75% (N=9) indicaron que mantienen comunicación coherente frecuentemente; mientras que el 25% (N=3) que la comunicación es ocasionalmente.
De los 242 estudiantes el 52% (N=126) logran mantener la concentración mientras se imparte la clase; mientras que el 48% (N=116) manifiestan que mantienen la concentración ocasionalmente.
De los 12 docentes el 58% (N=7) manifestaron que los estudiantes mantienen una adecuada concentración con frecuencia durante las horas de clase; mientras que el 42% (N=5) indicaron que la concentración la mantienen ocasionalmente.
De los 242 estudiantes el 53% (N=129) ocasionalmente preparan sus temas de clase con anticipación; mientras que el 41% (N=99) los preparan con frecuencia y un 6% (N=14) nunca preparan los temas de clase con anticipación.
De los 12 docentes el 75% (N=9) indicaron que los estudiantes preparan los temas de clase ocasionalmente; mientras que el 17% (N=2) nunca preparan sus temas de clase con anticipación y un 8% (N=1) manifestaron que los estudiantes preparan sus temas de clase con anticipación frecuentemente.
De los 242 estudiantes el 47% (N=113) indicaron que para preparar sus temas utilizan revistas científicas/internet; mientras que el 42% (N=102) utilizan con frecuencia libros de texto y un 11% (N=27) manifiestan que para sus investigaciones consultan a sus compañeros.
De los 12 docentes el 58% (N=7) indicaron que para preparar sus clases utilizan revistas científicas/internet; mientras que el 42% (N=5) manifestaron que utilizan de preferencia los libros de texto.
De los 242 estudiantes el 58% (N=141) indicaron que definitivamente sienten entusiasmo al utilizar estrategias didácticas porque privilegian el desempeño en su profesión; mientras que el 40% (N=98) parcialmente sienten entusiasmo y un 1% (N=3) no sienten entusiasmo al aplicar estrategias didácticas.
De los 12 docentes el 100% (N=12) sienten entusiasmo al aplicar estrategias didácticas porque favorecen el desempeño del estudiante de la carrera de enfermería para su profesión.
De los 242 estudiantes 76% (N=183) indicaron que la pedagogía favorece en su totalidad el desarrollo humano y personal; mientras que el 24% (N=59) manifestaron que la favorece parcialmente.
De los 12 docentes el 92% (N=11) manifestaron que la pedagogía si favorece el desarrollo humano y personal y un 8% (N=1) manifestó que lo favorece parcialmente.
De los 242 estudiantes el 30% (N=73) indicaron que aprenden mediante la práctica; un 26% (N=63) dijeron que aprenden mediante la investigación científica; el 23% (N=55) manifestaron que los estudiantes aprenden mediante clases didácticas y dinámicas; un 12% (N=28) indicaron que los estudiantes aprenden mediante los canales de aprendizaje y un 10% (N=23) manifestaron que aprenden mediante la concentración.
De los 12 docentes el 33% (N=4) indicaron que los estudiantes aprenden leyendo, investigando y tomando decisiones económicas; mientras que un 25% (N=3) indicaron que los estudiantes aprenden mediante los canales del aprendizaje; un 17% (N=2) manifestaron que aprenden mediante la práctica; otro 17% indicaron que aprenden mediante la concentración y un 8% (N=1) indicaron que los estudiantes aprenden con la retroalimentación de los temas ya empleados en clase.
De los 242 estudiantes el 39% (N=94) indicaron que aprendieron a estudiar con sus familiares; un 35% (N=84) aprendieron a estudiar con sus docentes; un 21% (N=52) aprendieron a estudiar solos y un 5% (N=12) manifestaron que aprendieron a estudiar con otros compañeros.
De los 12 docentes el 42% (N=2) indicaron que los estudiantes aprenden a estudiar con sus profesores; el 33% (N=4) manifestaron que los estudiantes aprenden a estudiar con sus familiares; un 17% (N=2) nos dicen que la estudiante aprende a estudiar con otros compañeros y un 8% (N=1) nos dicen que el estudiante aprende solo.
De los 242 estudiantes el 28% (N=68) aplicaría la didáctica y la pedagogía en la vida profesional realizando investigaciones científicas; un 26% (N=62) emplearían estrategias didácticas; un 22% (N=54) aplicando talleres que mejoren el trabajo en equipo; mientras que el 14% (N=35) indicaron que deberían aplicarla al mejorar la calidad de atención al ser humano y un 10% (N=23) manifestaron que la aplicarían tomando decisiones económicas.
De los 12 docentes el 33% (N=4) indicaron que aplicarían la didáctica y la pedagogía realizando trabajos en equipo para mejorar la convivencia; un 25% (N=3) manifestaron que la aplicarían realizando investigaciones científicas; de tal manera un 17% (N=2) indicaron que la mejorarían mediante estrategias didácticas del aprendizaje; otro 17% (N=2) manifestaron que lo harían mejorando la calidad de atención al ser humano y un 8% (N=1) indicaron que mediante la toma de decisiones económicas.
CONCLUSIONES
Partiendo de los resultados obtenidos se evidencia que los estudiantes en un 57% presentan conductas disruptivas como desconcentración en la clase, habla sin tener relación con lo planteado por el docente, así como interferencias que no contribuyen a una discusión critica, constructiva, de los procesos didácticos generados, planteándose la necesidad de realizar acciones pedagógicas propiciadoras de un aprendizaje significativo, siendo necesario:
Que los docentes de la carrera de enfermería de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, apliquen las políticas establecidas por la universidad, para disminuir el comportamiento inadecuado en los estudiantes, en complemento de fortalecer la comunicación con los estudiantes de la carrera de enfermería, teniendo en cuenta el: saber aprender, saber ser, saber hacer, para que los estudiantes mejoren su comportamiento y generen aprendizaje, siendo necesario aplicar estrategias didácticas dentro del aula de clases para mejorar el proceso enseñanza-aprendizaje en los estudiantes de la carrera de enfermería de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
REFERENCIAS CONSULTADAS
REFERENCES CONSULTED
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