http://dx.doi.org/10.35381/e.k.v2i4.520

 

EDITORIAL

El siglo XX marca el inicio del desarrollo científico y tecnológico, el progreso alcanzado con la ayuda de la investigación científica ha tenido efectos gravitantes en muchos campos de la vida cotidiana y que sin duda está íntimamente ligado a la expansión del conocimiento que anteriormente pertenecía a unos pocos y reacios a compartirlos.

Desde lo conceptual resulta complicado definir lo que es el conocimiento, porque depende de la perspectiva filosófica, experiencial, teórica y reflexiva con que se lo mire dado la relación existente con la mayoría de las ramas del saber humano, pero si se unen varios criterios se puede concluir que es un proceso mental en el cual se reproduce la realidad de los acontecimientos y de los saberes que se tiene en un ámbito especifico que parten de la experiencia, los aprendizajes y el razonamiento.

El conocimiento puede generarse de dos formas de acuerdo como el sujeto aborda el objeto u fenómeno: el conocimiento vulgar o subjetivo, que son aquellos que se adquieren por costumbres, creencias o idear sobre la marcha sin que de por medio exista una educación formal y el conocimiento científico u objetivo que son aquellos que concuerdan con la realidad de un fenómeno estudiado y precisan de una enseñanza formal.

Sin embargo existe un contraste entre la ciencia académica que es una extensión del conocimiento legitimado con el conocimiento de la actividad propiamente científica, este segundo enfoque hace que el sujeto sea parte de esa realidad, haciendo ciencia, planteando hipótesis, seleccionado y modificando teorías, validando y evaluando supuestos además de cómo alcanzar como científico su propios objetivos.

La construcción del  conocimiento científico tiene su base en la investigación, producido por el sujeto con el fin de explicar de forma objetiva y racional el porqué de las cosas concernientes a un fenómeno. La investigación es un procedimiento reflexivo, crítico y sistemático que tiene como objetivo descubrir, describir, analizar, interpretar y evaluar la esencia de los distintos fenómenos de la naturaleza, del pensamiento y de la sociedad con la finalidad de establecer conceptos, principios, teorías y leyes.

La investigación científica genera nuevos conocimientos, en forma constante busca la verdad y la comprensión del universo, utilizando procedimientos y métodos que aseguren la precisión y confiabilidad de resultados constituyéndose en un factor de progreso, que procura bienestar porque simplifica procesos, clarifica conceptos, promueve nuevas investigaciones, estimula la creatividad, usa a la ciencia para la enseñanza y plantea soluciones a diversos problemas de carácter general.

En este sentido, la importancia de la investigación para adquirir conocimiento es válido siempre y cuando este no solo quede plasmado en el ámbito académico o científico, sino que tenga relevancia por medio de la divulgación y puesta en práctica ya que el acceso al conocimiento es universal y un derecho humano, es ahí donde funciona la ciencia, además nadie tiene la posesión absoluta del conocimiento.

 

 

Dr. Patricio Alfredo Vallejo Valdivieso

Ec. Miguel Angel Solís Cevallos